Las plataformas low-code y no-code han ganado mucho protagonismo en el mundo de la programación y, con la necesidad de ofrecer soluciones digitales para responder a la pandemia del COVID-19, su adopción no podía sino aumentar.

Empresas de todo el mundo han declarado ver los valores del no-code/low-code, primero entre todos la rapidez de desarrollo, y haber adoptado estas soluciones en consecuencia.

Según Forrester Research, el no-code se convertirá en un nicho de mercado que alcanzará los 21.000 millones de dólares en 2022, con crecimientos anuales de más del 40%. Mientras que Gartner señala que el low-code será la base de desarrollo del 65% de las aplicaciones en 2021.

Sin embargo, ¿en qué consisten estas tendencias y qué novedades y beneficios presentan para los desarrolladores?

Low-code vs. No-code

Las plataformas low-code y no-code utilizan un entorno de desarrollo integrado visual en el que los usuarios arrastran y sueltan los componentes para crear aplicaciones nuevas. La verdadera revolución viene de que herramientas como AppsmithBubble, o Microsoft Power Platform no solo aceleran los procesos de desarrollo, sino que también permiten a los usuarios crear aplicaciones sin saber programar.

En las plataformas no-code, cualquier persona sin experiencia en programación puede armar aplicaciones con bloques de creación funcionales y reutilizables en un IDE visual. La lógica del software, la interfaz y los distintos elementos están preconfigurados con una estética definida y el código creado originalmente no se puede modificar.

En cambio, las plataformas low-code, sí requieren conocimientos técnicos y permiten, además, aumentar su capacidad lógica. Estas soluciones se están barajando cada vez más como fórmulas que permiten a los programadores profesionales trabajar más rápido y centrarse más en la problemática de los clientes y en el análisis.

¿Sabías qué? A la mayoría de los equipos de desarrollo se les pide que entreguen más de una aplicación web o móvil en los próximos 12 meses. Esto supone una demanda significativa de aplicaciones entregadas por desarrolladores profesionales, con un 57% entregando dos o más por año

Ventajas y desventajas del desarrollo low-code

Las aplicaciones desarrolladas con low-code presentan una serie de ventajas y desventajas frente a un desarrollo tradicional.

Ventajas:

  • Desarrollo rápido y eficiente. Ya que gran parte del código viene prediseñado, a excepción de los ajustes de personalización, los desarrolladores se ahorran toda la parte de infraestructura y automatizan tareas manuales que son difíciles y repetitivas.
  • Disminución de los tiempos de mantenimiento. Al contar con muy poco código, el mantenimiento también será muy sencillo.
  • Aumento de la productividad. Al tener más tiempo, los desarrolladores pueden abordar retos más complejos y dedicarse a lo que realmente aporta valor al cliente.
  • Mayor colaboración entre el equipo de TI y otros equipos. Al contar con un entorno sencillo de desarrollo, otras áreas de la empresa más afines al desarrollo del negocio pueden dar soporte en el diseño y la creación del software.

Desventajas:

  • Baja personalización. Los módulos preconstruidos dan muy poca flexibilidad a la hora de personalizar la aplicación.
  • Desconocimiento del interior de la herramienta. La diferencia entre crear un software propio y uno low-code es que desconocemos algunas partes del mismo. La falta de control podría causar problemas de seguridad y trazabilidad.
  • Mantenimiento. Los fabricantes de la plataforma low-code llevan a cabo las actualizaciones y cambios sobre las distintas soluciones cuando desean.

La democratización en el desarrollo de software

Lo que buscan los movimientos low-code y no-code es democratizar el desarrollo de software. Vemos una nueva generación de ciudadanos desarrolladores: personas que no tienen educación formal en desarrollo y que no están en los departamentos de TI que, sin embargo, pueden trabajar en el desarrollo de nuevas aplicaciones móviles o web.

¿Esto acabará con la programación tradicional? No. Por muy populares que sean, las plataformas no-code y low-code no reemplazarán a los desarrolladores profesionales, aseguran los expertos. En ambas, sigue siendo necesario un experto que supervise las nuevas aplicaciones. TI debe tener la gobernanza completa sobre qué usuarios tienen acceso a los datos, funcionalidades y sistemas.

Además, ninguna abstracción puede reemplazar la necesidad de entender cómo funciona una aplicación a nivel de línea de código, especialmente en el caso de aplicaciones grandes y complejas. Según Sheryl Koenigsberg, responsable de marketing de producto de Mendix, habrá una gran demanda de jóvenes profesionales que pueden abordar diferentes tipos de problemas de software.

Y, obviamente, sin programadores no hay no-code/low-code. Todas estas plataformas existen gracias a desarrolladores brillantes y son ellos los que seguirán empujando los límites de la tecnología.

Conclusión

Las aplicaciones low-code/no-code y las de programación tradicional no solo van a convivir, sino que se van a complementar. Estas herramientas no solo hacen que el desarrollo de software sea más accesible para los no programadores, sino que también ahorran tiempo y dolores de cabeza a los departamentos de IT. Con el low-code los desarrolladores profesionales pueden mantenerse al día con el ritmo acelerado de los plazos de entrega y centrarse en problemas más sofisticados y retadores.

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